Si logras que la parte administrativa funcione correctamente, es mucho más sencillo avanzar.
Jeremy y su familia tienen una trayectoria cinematográfica muy interesante. En 1985, su padre abrió un videoclub llamado Alice en Videoland. El interior estaba diseñado para parecer un libro tridimensional rematado con un arcoíris a modo de puente y un mostrador con forma de tetera. Crecieron hasta convertirse en una institución de Christchurch con 90 000 miembros.
«Éramos muchos. Entonces, llegó el terremoto... Aunque la calle se desmoronó en gran medida, nuestro edificio tenía pilares muy sólidos y tan solo se tambaleó un poco», dice Jeremy.
Vio una oportunidad y la aprovechó al organizar un cine de una sola pantalla con capacidad para 38 personas. «El terremoto se cargó 22 salas en todo Christchurch y conseguimos poner una en marcha. Estábamos saturados en el buen sentido de la palabra. Todo el mercado fue para nosotros durante un año. Resultó muy prometedor».
Desde entonces, se han expandido, han abierto otros dos nuevos cines digitales en un periodo de dos años, Rangiora Town Hall con tres salas y Deluxe con dos. Todos requieren una asistencia sólida y Veezi está en el centro de todo.
«Veezi es muy fácil de usar. Puedes aprender todo durante un turno de trabajo, lo que dice mucho de la simplicidad de los PDV».
Ambos cines disponen de pantallas de cara al público en la taquilla. Los clientes pueden ver el plano de asientos, elegir dónde se quieren sentar y saber en todo momento lo que están comprando. Cuando aquellos que han hecho la compra online se acercan al mostrador a recoger su copa de vino ya pagada, el personal tiene la oportunidad de convencerlos de aumentar el tamaño de su bebida. «La mayoría dice que sí, ya que la diferencia de precio les parece insignificante», dice Jeremy. «Podemos ver qué empleado ha vendido más ese día, el valor de las ventas, nuestros márgenes y, lo más importante, nuestra rentabilidad».
Se puede ver que el análisis es un factor muy importante para Jeremy, en especial, porque quiere expandirse. Lo que más le atrajo fueron los análisis administrativos con los informes programados. Puede impulsar las ventas de la tienda de golosinas al hacer un seguimiento del gasto por persona vinculado con el personal que trabaja en ella. Esto le permite calcular quiénes son los empleados con mejor rendimiento para colocarlos en los turnos con más movimiento y supervisar sus resultados.
Y para hacer todo esto, Jeremy ni siquiera necesitar estar en la oficina. De hecho, muchas veces trabaja desde el salón de su casa con vistas al jardín. «Eso es lo maravilloso de Veezi».
