Temora tiene la fama de ser la ciudad más afable de Nueva Gales del Sur. Tiene un gran espíritu de comunidad gracias a sus 159 organizaciones de voluntarios y es así cómo logran sus objetivos.
Para que el teatro Town Hall Theatre fuera sostenible, tenía que andarse con ojo con el dinero y confiar en un grupo de voluntarios locales. No obstante, en 2016, necesitaron invertir dinero porque se les planteó un problema. «Demasiados clientes reservaban por teléfono y recorrían grandes distancias (a veces incluso 90 minutos de camino) para descubrir que habíamos vendido entradas de más. Una noche, tuvimos 16 personas más de la cuenta, se nos caía la cara de vergüenza», dice la directora del teatro Beth Firman.
¡Menudo panorama para los clientes! O para Beth, que tenía que estar todo el rato en el cine comprobando las reservas telefónicas para evitar que se vendieran entradas de más. Algo tenía que cambiar.
Entonces, descubrieron Veezi. «Sabíamos que probablemente estaba fuera de nuestro alcance económicamente, así que les dijimos que no nos lo podíamos permitir (por mucho que QUISIÉRAMOS). Fueron maravillosos y nos hicieron una oferta muy interesante», dice Beth, que considera que el equipo de Veezi es «maravilloso». Piensa que Veezi hizo la oferta porque el teatro lo dirigía el ayuntamiento y se trataba de un cine sin ánimo de lucro que daba servicio a una amplia zona.
El Town Hall Theatre ofrece una noche de cine al mes centrada en los problemas de salud mental. El teatro da cabida a una gran variedad de actividades como esta, incluidos eventos, presentaciones y espectáculos en vivo, todas ellas respaldadas por el software de Veezi.
«Con aproximadamente 55 voluntarios, se necesitaba cierta formación. Unos cuantos aprendimos a usar Veezi y enseñamos al resto a hacerlo». Todo el mundo lo pilló al vuelo y ahora lo usan con seguridad y encantados de la vida.
Y desde luego las cosas han cambiado en el Town Hall Theatre. «No solo Veezi ha simplificado todo, sino que ha hecho que nuestro teatro sea un lugar más profesional: hemos dejado de ser un simple cine de pueblo. Nos ha ayudado a estar a la altura de cines más grandes y ahora tenemos una reputación excelente. La gente viene de otras ciudades para ver cómo lo hacemos», dice.